TERCER DIA DEL NOVENARIO A SAN ANTONIO

 SALUDO A LA COMUNIDAD REUNIDA


Canto de entrada:


En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. 

R/Amén


P/ Loado seas mi Señor por tu siervo Antonio de Padua.

R/ Y benditos sean los hermanos y hermanas de esta parroquia, que queremos seguir a Jesucristo  imitando su ejemplo.

 

REZO DEL SANTO ROSARIO


Tema:   “SAN ANTONIO TOCADO POR DIOS A TRAVÉS DEL MARTIRIO


Lectura bíblica: Evangelio de San Lucas  14,26-27


“Si alguien viene a mí y no me ama más que a su padre y a su madre, a su mujer y sus hijos, a sus hermanos y hermanas, y hasta su propia vida, no puede ser mi discípulo.  Quien no carga con su cruz y me sigue no puede ser mi discípulo.

P/ Palabra del Señor.

R/Gloria y honor a ti Señor Jesús.

 

Biografía de San Antonio

 

“En febrero de 1220 corre la voz en Coimbra de que en Marruecos habían sido atrozmente martirizados cinco misioneros Hermanos Menores.  Sus reliquias fueron recogidas con devoción por los cristianos y transportadas por el hermano del rey de Portugal a la Iglesia de Santa Cruz, en Coimbra, anexa a la abadía donde se encontraba Fernando.  El también veneró los nuevos mártires evocando su encuentro con ellos, pocos meses antes.  Venían de la lejana Umbría Italia, vestían míseramente, y se les veía  exhaustos a causa de las privaciones del largo viaje; pero su simplicidad y cortesía, su alegría y su ardiente fe, lo habían conmovido. (San Antonio de Padua, Datos históricos, P.4)”


 Identificación con Cristo en su seguimiento (dimensión mística)


El martirio es una forma de identificación con Cristo. No la única. Ni siquiera podríamos asegurar que la más meritoria. Pero sí con la gracia especial de asemejarse a Jesús en su muerte de cruz. Ello le da al mártir una especial capacidad de simbolizar la resurrección.

Esta identificación tiene como base un gran amor a la persona de Jesús. El seguimiento trata de historizar la vida y sentimientos de Jesús en nuestra propia existencia, pero incluye, en su afán de unión mística, una tendencia a la imitación, no mimética y dentro de lo posible, del estilo, vida y circunstancias de Jesús. La fe en la resurrección es parte y resultado del amor y del seguimiento. Y en medio de la muerte y el anonadamiento martirial, se manifiesta ya el triunfo de la resurrección de Jesucristo en la propia vida.


 Orientada a la creación de Iglesia (dimensión eclesial)


 Los mártires no sólo son miembros de la Iglesia que, "armados por ella para la batalla", mueren defendiendo sus creencias y doctrina. Son también creadores de Iglesia. No sólo porque la multiplican y contribuyen al auge de las conversiones o, en su defecto, de vocaciones a un mismo estilo de trabajo, sino porque participan en la sacramentalidad de la misma Iglesia. La evolución del término "mártir", desde su significado forense hasta el derramamiento de sangre, pasa por un contenido "apostólico". En efecto, los apóstoles se convierten, en los primeros textos del cristianismo, en "mártires-testigos" de la resurrección. Y es a través de ese testimonio martirial referido al Señor como se va creando y extendiendo la Iglesia. El paso a la designación normal del mártir, tal y como hoy la entendemos, no se puede desvincular, históricamente, del testimonio de la resurrección.

La función importante que el martirio desempeñó, en su momento, en el desarrollo de los sacramentos del bautismo, del perdón y del orden, y su relación íntima con la eucaristía, nos reafirma en nuestra convicción. Dimensión de eclesialidad que se desprende también de la afirmación de Colosenses ya citada, según la cual los sufrimientos de los cristianos completan la pasión de Cristo en su cuerpo que es la Iglesia.


En ese cuerpo que se construye desde el amor y cuyos frutos proceden al final del mismo amor. "El amor es el vínculo de la fraternidad, el fundamento de la paz, la firmeza y la tenacidad en la unidad. Es mayor que la fe y que la esperanza y precede a las obras y al martirio". (Tojeira José María, ECA N 589-590 Nov-Dic1997)


 Fue tan grande el impacto para el agustino Fernando al ver los cuerpos martirizados de los frailes que tocó su corazón y deseó vivir como ellos, así cuando el Beato Monseñor Oscar Arnulfo Romero Galdámez vio  los  cuerpos del P. Rutilio, Manuel Solórzano de 72 años y Nelson Rutilio de 16 años martirizados ; su vida ya no fue la misma.  Así nosotros hemos de reconocer que nuestra fidelidad al  bautismo que recibimos, tendría que llegar hasta dar  la vida por Cristo y por los hermanos.


Mártir es el testigo, el que se identifica totalmente en Cristo y con él sabe dar la vida por los demás.  Fácilmente ante la prueba quisiéramos dar marcha atrás. Pidamos al Espíritu Santo, su luz, sabiduría y valentía para testimoniar en cualquier lugar nuestro ser cristianos católicos. La vida evangélica de los primeros mártires de marruecos nos inspiren a vivir en fidelidad a Dios, a la Iglesia y a los hombres y mujeres de nuestro tiempo.


OFRENDA: 

Cada uno lleva hacia el altar una palma pequeña que simboliza el martirio


PETICIONES:

La comunidad hace sus peticiones


Padre Nuestro  Ave María Gloria


Responsorio de San Antonio


Pueden darse la paz.


Oración Final:


Oh glorioso San Antonio de Padua, acudimos  a vos en esta Novena guiados  por el ejemplo incomparable de tu vida que llenaste de santidad, para que seas nuestro  santo protector y dejes caer sobre cada uno de nosotros  una mirada de bondad, implorando en favor nuestro,  la misericordia divina.  Ayúdanos  a hacer fructificar la gracia de  nuestro  Bautismo, enséñanos a que, a ejemplo tuyo, amemos  y sirvamos  a Dios.  Protégenos mientras vivamos y asistenos a la hora de la muerte, a fin que tenga la dicha de cantar eternamente con vos las alabanzas de la augusta Trinidad.  Tu que intercedes ante Dios y él nos concede sus milagros, concédenos la gracia que pedimos si todo es para bien de cada uno y salvación nuestra y para mayor gloria de Jesucristo nuestro Señor que vive y reina por los siglos de los siglos.  Amén.


Canto final